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El Empire State Building, el hito histórico que ha adornado el horizonte de la ciudad de Nueva York desde 1931, es tanto un edificio del pasado como un edificio del futuro. A pesar de su época dorada, las máquinas y los sistemas del icónico rascacielos han sido renovados, convirtiendo el activo en un nuevo tipo de ícono, uno que sirve como modelo para otros edificios más antiguos sobre cómo consumir energía de manera eficiente, interactuar con la red eléctrica y operar de manera más eficiente. de forma sostenible.

El rascacielos más famoso de Nueva York redujo sus emisiones de calentamiento del planeta en un 40 por ciento. ¿Puede el resto de la ciudad hacer lo mismo?